Parece que en tiempos de COVID 19 los diseñadores o quienes ostentamos
el título de diseñador hemos resurgido de la nada y no precisamente de la nada,
sino que su instinto de conservación ha motivado un brote de creatividad.
Aparecen múltiples proyectos para salvaguardar la especie, respiradores,
barreras de rayo UV, tapabocas de colores y formas que garantizan a la
clientela la fórmula de protección más apropiada. Vivimos en algunos casos físico miedo porque no sabemos a ciencia
cierta qué pasará si salimos de casa, si rompemos algún protocolo de
bioseguridad al llegar a nuestras casas ,vivimos momentos de angustia cuando salimos a la calle, en las
filas , en los supermercados, inseguros del mundo de los objetos que nos rodea, porque el virus puede estar en la pantalla táctil de tu celular , en el teclado
de un cajero , en el empaque de un producto, en la superficie de acero
inoxidable más pulcra , hasta en el asa de tu taza favorita para tomar un café
y en casi el 100% de las superficies con
las que interactuamos. Llevamos geles y botellas pequeñas de alcohol en nuestros morrales o carteras, en nuestros automóviles y cubrimos nuestras manos con guantes. Yo salgo como si fuera para la guerra.
Para completar el cuadro hoy
nos bombardean en las redes mil productos para la venta de amigos , y conocidos con lo que creo que el rebusque pasó de estar en la calle a las
redes sociales, con justificación , me llegan mensajes de texto, bombardeo en los medios de comunicación, que a
propósito, cambiaron su programación habitual para titular programas con frases
motivacionales que generan más pánico que alivio. Lo evidente es que apelaron a
viejas fórmulas de hace 40 años para seguramente distraer al público de lo que
realmente es importante para un país. Eso es reinventar? ¿O reencauchar?
El
punto es que ante la avalancha del COVID19 hemos saltado a nuestras sillas de trabajo
para lucir en las redes sociales experiencias y aún cuando me parece admirable
cada trabajo y conocimiento adquirido por colegas siento que nos hemos
ocupado de lo obvio de lo inmediato y no de lo esencial que es ser proyectista.
Estamos validando el sistema económico neoliberal de la sociedad de consumo y
no estamos proyectando el nuevo escenario del mundo futuro porque estoy plenamente seguro que
desde el diseño se puede hacerlo, sí se es visionario.
Hoy
estamos a la defensiva, estamos diseñando para sobrevivir y no morir como especie,
en vez de diseñar con visión al futuro. Estamos diseñando para la sociedad de
consumo que busca protegerse del contagio y seguir validando la verdadera
pandemia que es el consumo desaforado. O la peor de las pandemias que es la de ser
esclavos del sistema bancario que hoy se está quedando con el patrimonio económico
de la humanidad. Basta ver las filas de personas como en un Black Friday para
comprar tapabocas, alcohol, o hipoclorito, o el desbordado consumo de papel
higiénico para provisionarse y escondernos por temporadas , pasamos
de tener cientos de kilómetros a disposición y ahora estamos entre las paredes
de nuestras casas escondidos de algo que no podemos ver. Esto del COVID 19 es un
arma letal nos apartó de muchos seres queridos.
De
manera que hoy para los diseñadores es el momento de hipotetizar, hoy es el
momento de la prueba y error, de prototipar ideas, de aprender a vivir en la
escasez y en las limitaciones, de reconocer que somos seres colaborativos, que podemos
como especie navegar en aguas turbulentas , de experimentar cambios en nuestros
negocios o trabajos , de establecer redes de trabajo, el momento de cambiar el
enfoque de nuestros negocios ; es el momento de dar un giro para
atravesar con éxito y sobre todo para ser más conscientes con los recursos económicos
y desde luego los que el planeta nos provee. Es el mejor momento de recordar
que los diseñadores hemos sido cómplices de la degradación de la sociedad
aportando en muchas oportunidades objetos innecesarios e inútiles que solamente les contribuyen
a los grandes emporios industriales.
Aunque
muchos de ustedes estarán pensando que esto es de momento y seguirán diseñando
para la sociedad de consumo voraz que es fuente de inspiración para muchos, hoy
es el momento de dar un viraje a éste paradigma y ser proyectistas como en la primera
Revolución Industrial que inspirada en la fuerza del pensamiento creativo le dio
un giro a la humanidad. Aceptemos la incertidumbre como el mejor inicio de la
creatividad para plantear nuevas incógnitas, en ese momento es cuando no vale
re inventarse, hoy el único camino es iniciar de cero.
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